- Ir sola a comprarlo. La elección del perfume es personal, porque eres tú quien vas a usarlo. …
- Elegir bien el momento. …
- Evitar probarlos todos. …
- Cuestión de personalidad. …
- Cuidado con los referentes. …
- Oler el perfume sobre la piel. …
- No frotar las muñecas. …
- Tomarse el tiempo necesario.
Cuando vayas a escoger un perfume que no conoces es importante que te lo pruebes en la piel, no en un papel secante, porque no huele igual. Y, por cierto, aunque te encante esa fragancia que lleva tu archienemiga del trabajo, no caigas en la tentación de comprarla a ciegas. Sentimos decirte que los perfumes huelen diferente en cada piel, por su pH, la transpiración, etc.
Sin contaminaciones cruzadas
Visto que tienes que ser tú misma la cobaya en la que testar el perfume, mejor déjalo para el sábado, porque el día que vayas a probarte distintas fragancias es importante que no te hayas aplicado ni una gota de colonia, ni tampoco una crema hidratante con fragancia, porque interferirán en la percepción que tengas del nuevo olor. ¿Eres indecisa? Pues tendrás que ir a la perfumería varias veces, porque en una única sesión solo serás capaz de distinguir con nitidez tres aromas diferentes. Si te vienes arriba y aumentas la cantidad, solo incrementará tu confusión y será fácil que yerres, créenos.
A la hora de elegir un nuevo perfume la primera impresión no suele ser la buena, así que ignora esos cantos de sirena porque pueden ser los causantes de que te arrepientas al día siguiente. Las notas de salida de un perfume son siempre agradables, pero esas no son las que perduran. Rocíate cada uno de los brazos con una fragancia distinta, deja que se evapore el alcohol y espera un par de horas para ver cómo evoluciona el olor en tu piel. Estar depre no es el mejor momento par ir a comprar un perfume, ya que estar en baja forma anímica puede afectar a tu pituitaria. Estos momentos de bajón pueden ocasionar anhedonia o, lo que es lo mismo, incapacidad para experimentar placer o disfrute… también en lo que a cuestiones olfativas se refiere.
Sí, los ingredientes no solo son importantes en la cocina, también en la perfumería. Si te gustan los perfumes frescos, apuesta por las familias cítricas o marinas, que tengan aceites esenciales extraídos del limón, la naranja, el pomelo, la mandarina, la bergamota… Si adoras el aroma de las flores, elige un perfume que contenga notas de rosas, jazmines, geranios, narcisos… Y si te van las fragancias más intensas, acércate a las fragancias orientales, chipre o amaderadas, muy especiadas, con ámbar, almizcle, resinas, maderas, pachuli…